El timonel de la Selección Nacional, Luis Fernando Suárez, tiene una titánica tarea de cara al comienzo de eliminatorias, en setiembre próximo.
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Ya rompió una racha de 11 partidos que arrastraba la Tricolor sin ganar, y que derivó en el despido de Ronald González.
De hecho, ganó tres juegos seguidos en fase de grupos de Copa Oro, pero, como él mismo dijo, jugando «a 10 kilómetros por hora», sin convencer.
La hora de la verdad llegó en cuartos de final y Canadá le dio un baldazo frío, de realidad.
Los del Norte de América ganaron 2-0, merecidamente, y más bien se quedaron cortos. Le pasaron por encima a Costa Rica.
Con ese nivel, la eliminatoria se ve empinada. Esa es la tarea de Suárez, aplanar la cuesta.
«Haciendo una balanza, quedo satisfecho por la actitud, por como corrieron», dijo en su regreso a Costa Rica.
«Me parece que el equipo tuvo pasajes buenos de fútbol, pero tiene que tener mucha más continuidad. Consistencia no tuvo, eso es lo que hay que buscar», abundó.
Consultado por Columbia, sobre si le satisfizo el nivel individual de la planilla que le predefinió Carlos Watson, dio una respuesta indirecta:
«Tengo que mirar un montón de jugadores más».
Saque usted sus propias conclusiones.
Sobre el capitán Bryan Ruiz, quien dijo que debe pensar más en frío si sigue o no con la «Sele», Suárez sí lo tendrá en cuenta.
«Siempre que un jugador tenga la disposición, como la tiene él, hay que pensar en un campo para un jugador tan importante. La disposición anímica de Bryan y de todo el grupo, me deja satisfecho», manifestó.
