Un día como mañana pero del 2020, comenzó a ser obligatorio el uso de mascarillas, incluso en lugares cerrados y espacios de trabajo aunque no necesariamente fueran para atención al público.
La medida con fines de prevención de contagio por Covid-19 llegó seis meses después de que empezó la pandemia.
Mientras algunos discutían la decisión del Ministerio de salud, otros empezaron a construir una estrategia comercial con el producto que hasta esa fecha era recomendado y obligatorio solo para lugares públicos.
Con la obligatoriedad, la demanda empezó a crecer y las mascarillas también se convirtieron en un negocio con crecimiento exponencial como nuevo accesorio de la vestimenta de los costarricenses.
Lorena Bogantes preparó un resumen de la «ruta de la mascarilla» que hace que hoy los ticos cumplamos un año con la boca tapada.
Luis Diego Marín relata cómo la medida sanitaria se convirtió en todo un negocio para empresas y emprendedores confeccionistas.
