Transportista temió que lo relacionaran con crimen de turista porque llevó al sospechoso con maletas
El hombre, de apellido Jiménez, testificó este martes en el juicio contra un guarda de seguridad sospechoso de matar a la venezolana, nacionalizada estadounidense, Carla Stefaniak. Los hechos ocurrieron en noviembre del 2018.
Jiménez dijo que conocía al vigilante, de apellido Espinoza porque acostumbraba dar servicios a huéspedes y personal de Villas Le Mas en San Antonio de Escazú.
El transportista relató que el fin de semana previo al hallazgo del cuerpo de Stefaniak, el guarda le pidió un servicio hacia la parada conocida como La Coca Cola en San José y que el sujeto llevaba dos maletas.
La situación le pareció normal hasta que uno o dos días después se enteró de que Espinoza había sido detenido como sospechoso del crimen.
Jiménez se asustó pues pensaba que la Policía podía buscarlo por transportar al sujeto y llevarle maletas cuyo contenido desconocía. Por esa razón se comunicó de inmediato con las autoridades.
El conductor dijo que Espinoza dejó las maletas en el lugar porque supuestamente alguien iba a llegar de Palmares a recogerlas. El destino final del equipaje era Nicaragua.
Según Jiménez el guarda le contó que llevaba regalos y otras cosas para su familia.
Los abogados de la familia de Stefaniak han insistido en que el sospechoso, después de matar a la mujer, habría sustraído las maletas de ella. Dos las ocultó a varios metros de donde apareció el cuerpo y hubo una tercera que nunca apareció.
«Fue muy impactante saber que la persona que yo había andado dos días antes en mi carro, que lo llevé a San José con unas maletas y que es el sospechoso en esos momentos… ¿Qué pude haber pensado yo? O sea, mi carro fue utilizado o ¿qué transportó en mi carro? ¿Qué hicieron con mi carro? » expresó el testigo.
Nota por Alejandro Arley.