Wilmer: El trabajador obediente al que le dieron una »brasa» y quiere otra oportunidad
“Ojalá un día me den la oportunidad, pero con un buen equipo”.
Wilmer López es un trabajador obediente de Liga Deportiva Alajuelense, que, básicamente, hace lo que lo pongan a hacer.
Sin embargo, espera algún día volver a dirigir al primer equipo de Alajuelense, pero con un plantel poderoso, con jugadores para disputar la punta, y no en una emergencia como cuando le dieron la brasa que dejó el español Benito Floro: un equipo modesto.
Aquella vez la Liga no se clasificó a segunda ronda y López resiente que le pueda haber quedado algún estigma, lo que consideraría injusto.
“Es parte de lo que uno como empleado de una institución. Donde te diga el jefe que tenés que ir, vas, y tenés que hacerlo bien”, expresó, pero insistió que no solo él, sino otros técnicos de liga menor, como Mauricio Montero, esperan una oportunidad real y “no coger una brasa en las manos”.
Resaltó que Montero va líder en Liga de Ascenso y también ha demostrado que podría ser un gran técnico en primera división.
Ambos siguen esperando, mientras obedecen a sus patronos, como buenos trabajadores que son.