Y pensar que la Liga tuvo a Esteban Alvarado en sus filas
Los campeonatos se resuelven multifactorialmente. En eso estamos claros. Una bola en el tubo, una expulsión, un mal cambio, un buen desempeño individual, un mejor planteamiento que el otro, así como la suma de todos y cada uno de los partidos, desde el primero hasta el último.
Empero, cuando chocan fuerzas equilibradas, podría haber un punto más influyente, que sobresale entre los múltiples factores y, en el caso de la Gran Final del Apertura 2019, fue la portería.
Adonis Pineda fue el jugador con desempeño más bajo en los últimos cuatro cotejos del semestre, mientras que Esteban Alvarado todo lo contrario: se constituyó en la pieza fundamental de Herediano, absorbiendo toda la animadversión de los morados en el Ricardo Saprissa y la de los manudos en el Morera Soto (dos veces en La Catedral).
Ahí, a comienzos de año, se le empezó a escabullir la 30 a la Liga, como aquel tiro de Francisco Rodríguez se le resbaló de las manos a Pineda, en el Rosabal Cordero.
Con una declaración imprudente del entonces DT erizo, el colombiano Hernán Torres, se le empezó a resquebrajar al Alajuelense el ansiado título, lo que se consumaría 10 meses después.
En conferencia de prensa, Torres le garantizó titularidad a Patrick Pemberton, en detrimento de Esteban Alvarado. Sabiéndose que el exportero del Trabzonspor es anímicamente como el cristal fino, «manéjese con cuidado», el asunto terminó con la ruptura del contrato. Y la Liga se privó de tener a un portero de nivel europeo en el campeonato nacional.
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Luego, el segundo horror. Dejar ir a Patrick Pemberton (o por lo menos sustituirlo con otro arquero curtido, por si se le requiriese).
Aunque el joven Pineda se ganó el reconocimiento general con buenos rendimientos de la fecha 1 a la 22, e incluso en la semifinal contra San Carlos, siempre es bueno contar con un portero de experiencia «por si acaso», como una especie de póliza de seguro.
Pero no. Andrés Carevic confió 100% en Adonis y, cuando se le derrumbó, no tenía cómo reemplazarlo con seguridad, puesto que, evidentemente, no confió en pasarle el «chicharrón» a Mauricio Vargas después de las dos pifias terribles de Pineda en la final de segunda fase (goles de Francisco Rodríguez).
Sin un sustituto suficientemente confiable para Carevic (lo demostró no poniendo a Vargas), se la jugó de nuevo con Adonis… y volvió a fallar, al minuto 88, cuando el Morera Soto parecía un volcán en erupción rojinegra. Salida en falso y gol de Yendrick. Posterior tanda de penales y consagración de Alvarado.
Del otro lado, el portero que se fue de la Liga tras la imprudencia de Hernán Torres fue la gran figura de la semifinal contra Saprissa y las dos series seguidas que Herediano le ganó al Alajuelense, incluidas dos series de penales en las que se creció.
No hay que destruir a Pineda. Al contrario. La Liga debería apoyarlo, levantarlo, incentivarlo, comenzar el 2020 con él de titular, pero… sí debería hacer uso de la póliza, por si acaso, y eso significa contratar a un guardameta de experiencia.
*Foto ilustrativa con estadísticas antes del juego de vuelta de la Gran Final, en la que Pineda encajó un gol más y Alvarado dos.