Un 3 a 0 en una final debería ser lo suficientemente contundente como para dar una final de campeonato por liquidada, pero -va frase cliché- en fútbol cualquier cosa pueda pasar. Y es cierto.
Entonces, por más que Herediano haya superado clara y contundentemente al Saprissa en el partido de ida, siempre queda resquicio para que se produzca lo inesperado. Y eso sería que los morados reviertan el marcador y se proclamen campeones este domingo en Tibás.
Empero, para que tal cosa ocurra tendrían que suscitarse dos eventos simultáenos: una hecatombe en el Team, un derrumbe inusitado con tintes trágicos, al mismo tiempo que un resurgir milagroso con «S» de sublime, rozando la épica.
Y, la verdad, parece muy difícil. Herediano no ha sido vapuleado en lo que va del certamen y se presentará en La Cueva del Monstruo con equipo completo, incluido el volante Elías Aguilar, quien ya cumplió sus tres partidos de castigo.
En zaga ha lucido sólido, su dupla de contención es la mejor del país y en ataque Hernán Medford fusionó su mejor ataque: Sánchez por derecha, Leitón por izquierda, con Núñez y Arrieta al frente. Posiblemente, el «Mambo» ceda su lugar a Elías y con ello los rojiamarillos ganarían en posesión.
Eso, sin hablar del factor Medford, un DT ganador de títulos en Costa Rica, Guatemala, Honduras y la Concacaf, que estaría a las puertas de un logro supremo en finales: derrota a los tres elencos más grandes del país, el propio Herediano (cuando dirigía al Saprissa), a la Liga (ya al frente del Team) y, ahora, a la «S».
Así que se ve más que improbable que Herediano se derrumbe. A lo mejor una expulsión podría perjudicarle, pero seguramente los jugadores están advertidos para no cometer faltas tontas y/o violentas ni incurrir en reclamos airados.
Por el otro lado, Saprissa tendría que jugarse su partido del año. Y uno se pregunta: ¿tiene con qué? La zaga se convirtió en un colador que ya hasta incluye a Heiner Mora, el hombre que estaba libre de críticas… hasta que José Sánchez le destrozó la cintura el pasado miércoles.
Con tres goles adentro, al «Sapri» no le quedará más remedio que atacar y buscar los goles, por lo que es de esperar que deje espacios para que el Team contragolpee, dejando mano a mano a Sánchez, Leitón, Aguilar y Arrieta contra los endebles Cascante y Smith, faltando por ver cómo llegan la tarde del domingo Joseph Mora (recién dado de alta tras su lesión) y Heiner (recién bailado el miércoles). Es decir, los tibaseños tendrían que ser certeros en ataque y lucir una inédita solidez defensiva que en todo el año no se ha visto.
En síntesis, una tragedia florense combinada con una épica morada es lo que tendría que darse. Y se ve francamente difícil.
