Costa Rica afrontará la eliminatoria con un hueco generacional enorme, casi imposible de llenar. ¿Cómo fue que se cometió este error garrafal?
Se acerca la eliminatoria y me es difícil ser optimista, lo reconozco. En medio del evidente progreso de México y Estados Unidos, aquí todavía ‘rezamos’ para que a la base de las últimas dos eliminatorias le alcance la cuerda.
Cada vez hay menos legionarios en ligas top de Europa y la camada (prometedora) que se aproxima, parece no estar lista para asumir un peso real en el equipo.
Sí, ‘pintan’ muy bien Bernald Alfaro, Rándall Leal, Luis Díaz, Barlon Sequeira, Jimmy Marín, Cristopher Núñez y Gerson Torres, pero no son estos los jugadores que, por edad, deben asumir el peso de la ‘Sele’ Mayor.
¿Por qué no? Es sencillo de explicar y, si me lo permite, quiero ofrecerle mi percepción sin filtro alguno, pero antes, percibo valioso detallar lo que FIFA explica puntualmente sobre los rangos de edad en las selecciones.
(*Todo esto lo cumplió la base de la ‘Tricolor’ que afrontó Brasil 2014, por si acaso).
Los estudios técnicos de FIFA confirman que la edad idónea para que un futbolista afronte los torneos más exigentes de Selección, en este caso la eliminatoria o la Copa del Mundo, ronda entre los 26 y los 28 años.
Cuando un jugador entra en este rango de edad, ya alcanzó la madurez física, técnica, táctica y mental para disputar los torneos de más exigencia.
Todos estos muchachos, de 23 años o menos, deberían estar en el combinado mayor como un complemento de la base fuerte y de experiencia.
A la par de los mayores, pueden aprender y crecer para que cuando les llegue su momento, rindan a cabalidad.
Para desgracia nuestra, la camada que, hoy en día, debería asumir el mayor peso de la ‘Sele’ prácticamente no existe.
Basta con mirar la nómina: Hay una mayoría de veteranos que superan los 30 años y después los jóvenes que buscan abrirse un espacio, aún sin rodaje.
Es decir, a los veteranos que, en la mayoría de casos vienen a menos, les toca cargar con el equipo, en compañía de unos jóvenes poco preparados.
El punto neurálgico de la columna es este: ¿Por qué nuestro país no tiene una camada con una edad intermedia capaz de disputar la ruta hacia Qatar?
La respuesta a esta interrogante se responde a través de tres puntos:
A. Costa Rica depende, en demasía, de sus procesos de selecciones menores. Si una camada se queda fuera de los mundiales Sub-17 y Sub-20, se convierte en una generación abandonada, pues la mayoría de jóvenes pierden la oportunidad de adquirir roce internacional y se les da poco seguimiento.
B. La generación que hoy en día tiene entre 26 y 28, fue la que unos años atrás se quedó fuera de un mundial infantil, otro juvenil y de los Juegos Olímpicos. Pocos jugadores brillaron en Primera y, con excepción de Ronald Matarrita, ningún otro consiguió llegar a la Selección Mayor y afianzarse.
C. A esta camada (en su momento, se le llamó la generación ‘fracaso’) se le descuidó y abandonó, al punto de que dejó un vacío generacional.
Esto ocurrió porque se descuidaron los procesos menores, se disminuyeron los fogueos, se hizo una mala elección de los entrenadores o, para ser justos, no les brindaron todas las herramientas posibles para trabajar con los jóvenes.
Cuando todo eso pasó y en medio de la presión mediática, el entonces presidente Eduardo Li incrementó sustancialmente el presupuesto para recuperar el protagonismo perdido.
Claramente, unos años después Costa Rica regresó a las mundiales, pero ya el daño estaba hecho.
El bache generacional es consecuencia de un cúmulo de errores garrafales en la etapa formativa que, al final, dejan un vacío insustituible.
Por si no bastara, la pandemia le impidió a Rónald González aprovechar todo el 2019 para desarrollar a los jóvenes y acumular partidos.
Más que nunca, urgía acelerar la formación de los muchachos Sub-23 e instarlos a crecer cuanto antes, previo a la eliminatoria.
No sucedió. La pandemia frenó cualquier intento y ahora habrá que ‘jugársela’ con la base veterana de siempre y algún otro prospecto que se salga del saco.
Así afronta la ‘Sele’ la eliminatoria y es poco lo que se puede hacer.
Quizás, el consuelo (mediocre) de siempre es que, al igual que nosotros, ningún otro país del área evolucionó tanto como México y Estados Unidos.
Es lo que hay.
José Pablo Alfaro: Periodista y editor web de Deportivas Columbia con más de 11 años de trayectoria en medios de comunicación. Laboró en ADN Radio, el periódico Al Día y la sección ‘Puro Deporte’ de ‘La Nación’. Fue corresponsal de ESPN Deportes Radio para Costa Rica durante nueve años. Bachiller en periodismo, con un diplomado en periodismo deportivo y una especialidad en metodología de fútbol base en MBP School of Coaches. Mención honorífica en premio a periodista del año en ‘La Nación’ en 2017. Premio Internacional ‘Pasaporte Abierto’ en categoría Originalidad’.
