Cuando fifa.com publicó que el portero alajuelense Adonis Pineda prefiere a Iker Casillas por sobre Keylor Navas, le llovió más metralla en redes sociales que en el mismísimo Mundial Sub20.
Como parte del trabajo periodístico tras su brillante actuación contra Zambia, el sitio le consultó por los arqueros costarricenses Esteban Alvarado (ganador del Guante de Oro en el Mundial Sub20 Egipto 2009) y Keylor Navas (bicampeón de Europa con el Real Madrid), y Adonis contestó sin hacer cálculos políticos: «Evidentemente, respeto a esos jugadores; sin embargo, para mí el mejor sigue siendo Casillas”. Esa sinceridad hizo rabiar a muchos cibernautas en el Facebook de Columbia Deportiva.
De igual forma, en nuestro programa Punto Decisivo (de lunes a viernes a las 4 p.m. por los 98.7 FM), consultamos la víspera de la final de la Champions si era obligación de todos los costarricenses ir con el Real Madrid solo por atajar allí Keylor Navas y, de nuevo, se armó la de San Quintín.
La reacción de muchos oyentes a través del WhatsApp 7003-0303 fue furibunda contra los seguidores de la Juventus de Turín o del Barcelona (anti merengues por antonomasia), aún contra quienes suavizaron su posición con frases al estilo “que gane la Juve, pero que Keylor se jale un partidazo”.
La realidad es que el patriotismo no tiene nada que ver con seguir a un equipo de fútbol ni con opinar cuál jugador es el número uno en su puesto. Pineda tiene derecho a considerar a Casillas su ídolo (Yo, por ejemplo, considero que Neuer es el mejor arquero del mundo, y no me considero mal costarricense por ello). De igual forma, es comprensible que un seguidor de toda la vida de la Juventus siga yendo con la Vecchia Signora. También es entendible que un hincha del Barca siga yendo contra el Real Madrid, su archirrival. Y, ¡ojo!, también es respetable que alguien se vuelque por simpatía hacia el tico –bendita libertad-, pero eso tampoco lo convierte en Benemérito de la Patria.
Si se roba plata, tiempo o las dos (por ejemplo, un diputado que llegue a la Asamblea Legislativa a dormir), si se parquea en lugares para discapacitados, si se aprovecha de su posición para acosar sexualmente, si se abusa de menores, si se hackea para saquear cuentas bancarias ajenas, si se choca por manejar borracho, ¡qué carajos importa con qué equipo de futbol se vaya!
¿De qué vale ser “Keylor Lover” o “Bryan Lover” si se le pega a la pareja, si se venden drogas o se comercian órganos humanos?
Evadir impuestos, ¡eso sí es antipatriótico! Ah, y que conste, yo sí iba con Keylor y, de igual manera, he celebrado los triunfos de Bryan, “Chope”, Medford, Gabelo y todos los demás. Pero no espero un doctorado Honoris Causa por ello. A mí, me vale un pepino si el vecino iba con la Juve… Con que sea un buen ciudadano, me basta y me sobra.
