Después de la denominada Ley Bosman, Europa se “internacionalizó”. Muchos legionarios que ocupaban plaza de extranjeros, fueron contratados como comunitarios dentro de la Unión Europea. La Euro Zona se había transformado, también, en lo futbolístico.
El Chelsea fue el primer equipo inglés que llegó a alinear a 10 extranjeros y un solo jugador local, el lateral izquierdo Ian Bridge. Fue todo un escándalo para los inventores del fútbol. Pero con el paso del tiempo hubo clubes que contaron hasta con 17 jugadores legionarios.
Hoy el PSG de Francia, el nuevo equipo de Keylor Navas, cuenta con 21 jugadores extranjeros, incluidos los comunitarios, donde destacan 4 españoles, 3 brasileños, 3 argentinos, 2 alemanes, 1 polaco, 1 belga, 1 holandés, 1 italiano, 1 uruguayo, 1 senegalés, 1 camerunés y 1 costarricense.
Además, la historia de los grandes clubes europeos cambió a partir del momento en que enormes inversionistas del mundo adquirieron a los mejores equipos. Los dueños de los Medias Rojas de Boston compraron al Liverpool. El magnate del gas ruso Roman Abramovic se hizo del Chelsea. Los dueños de los Bucaneros de Tampa (fútbol americano) se adueñaron del Manchester United.
Así llegaron los árabes y con ellos el extenista Nasser All- Khelaifi quien se adueñó del PSG. El catarí en su afán de convertir al primer equipo de la capital francesa en uno de los mejores del mundo, inició una serie de inversiones, no siempre tan rentables.
Al inversor árabe no le tembló el pulso para firmar el cheque que sacó a la estrella brasileña Neymar del Barcelona y lo llevó al Parque de los Príncipes.
Pero, incluso, quiso contar con uno de los mejores porteros del mundo, Keylor Navas, triple ganador de Champions con el Real Madrid.
El PSG no es el club más longevo del fútbol europeo. Fue refundado en 1970, pero su historia está llena de grandes logros en el ámbito francés. La gran deuda está con sus metas europeas. Todos sus cañones se fijan un solo objetivo, la Champions League.
