Si el juicio-show fuera un partido: Ganadores (¿a medias?), empatados, perdedor y triunfador inesperados
Si el mediático juicio por supuesta difamación a tres emblemáticos seleccionados fuese un partido de fútbol, Keylor Navas atajó penal, Celso Borges anotó de taquito y Bryan Ruiz de chilena.
El Tribunal determinó que ellos no amenazaron con dejarse perder partidos si el entrenador Jorge Luis Pinto continuaba al frente de la selección después del Mundial de Brasil 2014.
La demanda por el delito de difamación la presentaron contra los exfederativos Adrián Gutiérrez y Juan Carlos Román, quienes dijeron en 2018 que los tres futbolistas habrían amenazado con perder partidos para que Pinto saliera del cargo.
En la lectura del por tanto, los jueces afirmaron que los jugadores «en ningún momento manifestaron que perderían partidos», pero absolvieron a los exfederativos denunciados porque habrían sido inducidos al error al creerle al expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Eduardo Li, que se habría producido tal amenaza.
Sin embargo, el Tribunal acogió la acción civil por daño moral y ordenó a los acusados al pago de 3 millones de colones entre ambos (unos 5.000 dólares) a cada futbolista.
Hay quienes consideran que este otro «partido», siguiendo con la metáfora balompédica, habría concluido empatado para los acusados, pues fueron absueltos del delito de difamación, e incluso otros lo ven como una victoria por la mínima, ya que la suma a la que fueron condenados es relativamente baja (se pedían 36.000.000).
La defensa de los acusados argumentó durante el juicio que sus representados lo que hicieron fue recordar ante los medios de comunicación lo que el expresidente Li les había comentado sobre una reunión en la que los futbolistas habrían amenazado con perder partidos. Aseguraron que la intención de los exdirectivos nunca fue la de difamar a los futbolistas.
En el juicio los futbolistas negaron haber hecho la amenaza y Bryan Ruiz reconoció que él lo que anunció fue que se apartaría de la selección si Pinto continuaba en el cargo, pues consideraba el comportamiento del entrenador como irrespetuosa.
En su declaración ante los jueces, Li afirmó que quien amenazó con perder partidos fue Keylor Navas e incluso recordó que el actual portero del PSG francés mencionó una clausula del contrato de Pinto en la que se establecía que tres derrotas consecutivas era motivo de despido.
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En el juicio fue presentado como prueba el contrato de Pinto con la Federación Costarricense de Fútbol y esa cláusula no existe.
En su fallo, el tribunal también ordenó investigar a Li por el presunto delito de falso testimonio. Para muchos, según se lee en redes sociales y siguiendo la metáfora futbolística, el gran derrotado del juicio fue el expresidente federativo, pues el juez Porter emitió fuertes comentarios como que «mintió» en el juicio.
Li ya enfrentó la justicia por el sonado caso de corrupción en la FIFA destapado en 2015, un escándalo llamado mediáticamente como el «FIFAGate», que involucró al expresidente de la entidad Joseph Blatter y a un grupo de dirigentes de varias partes del mundo, incluidos algunos de la Concacaf.
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Li se declaró culpable ante una Corte de Estados Unidos de varios delitos relacionados a la recepción de sobornos para la adjudicación de contratos televisivos y comerciales de la Federación.
Tras el Mundial de 2014, el más brillante para Costa Rica al alcanzar los cuartos de final, la Federación no renovó el contrato a Pinto.
A partir de ese momento salieron a la luz en medios de comunicación las diferencias entre el entrenador y los futbolistas, así como presuntos malos tratos de Pinto hacia los jugadores y trabajadores de la Federación.
En el «juicio» fuera de los tribunales, el que emiten los aficionados en redes sociales, los resultados podrían ser diferentes, y en ellos se lee que un sector importante aclama a Pinto, como un estratega que llevó disciplina a la Selección Nacional y le atribuyen un porcentaje trascendental deléxito en 2014.
En ese «juicio» mediático, quizá los jugadores no salieron tan gananciosos, al menos para quienes consideran que Pinto Afanador merecía seguir a cargo de la Selección Nacional; esos críticos se molestan con los jugadores por no apoyar la continuidad del estratega.
Aunque ese no era el tema del debate, salió a colación y en ese, específicamente, muchos consideran que el colombiano salió triunfante, como el gran líder que fue «serruchado». Y los «memes» que se viralizaron apuntaron hacia los futbolistas.