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Wasslan-Béberen – Alexis Gamboa: Europa lo graduó como jugador profesional, como esposo y como padre de familia


Historia de vida de un guapileño en Europa, en medio de la pandemia por coronavirus, con su joven esposa y su hijo de siete meses.

Aquel chiquillo, delgadito y espigado desde niño, que correteaba por las orillas del río Blanco, para bañarse en sus pozas de aguas todavía cristalinas o que se la pasaba “pateando bola” en su tiempo libre, con sus compañeros en las canchas del sector en La Marina de Guápiles, soñaba algún día con triunfar como jugador de fútbol.

Pero jamás se imaginó que esa gran oportunidad le llegaría con el cumplimiento de su mayoría de edad y en Europa, donde se juega el mejor fútbol del mundo.

Alexis Yohaslin Gamboa Rojas, de 21 años de edad y 1,95 de estatura, excampeón de Juegos Nacionales con el cantón de Pococí y exjugador del Santos de Guápiles en las temporadas 2017-2018, juega como defensa central en el equipo Wasslan-Béberen de la ciudad de Béberen, Bélgica.

Pero el fútbol europeo le trajo un contrato profesional, una esposa y un hijo: Edén Gael Gamboa Blanco de siete meses  Todo como en cascada.  Un auténtico remolino de emociones, que asume con alegría, agradecimiento al Sumo Hacedor y compromiso de bien.

“El fútbol me cambió muchísimo para bien.  Ahora que soy padre de familia sé las responsabilidades que conlleva sacar adelante a una familia por el camino del bien y en las manos de Dios, que es lo más importante, tener siempre a Dios presente porque de ahí vienen las bendiciones”, reflexionó en Columbia Alexis Gamboa.

Pero como si las cosas buenas no llegaran exentas de sufrimiento, tuvo que regresar a nuestro país por pedido de su propio equipo de fútbol.  Hoy vive recluido en su casa a orillas del río Blanco, por motivo de la pandemia de COVID-19.

“Como persona me ha ido muy bien en la vida, soy una persona humilde y sencilla, que no tiene problemas con nadie por ninguna situación, eso es algo que me ha marcado mucho y es mi deseo seguir por esa línea”, comentó este joven quien se afincó en el fútbol de Bélgica.  

“Europa me ha dejado muchas bendiciones, muchas experiencias malas y buenas, las malas que no se pueden volver a repetir y las buenas que debo repetir muchas veces más”, aseguró el recio defensor central.

Una última reflexión de vida.  Sus metas a corto y mediano plazo. Su responsabilidad con el fútbol que le cambió la vida y el compromiso de sacar adelante a su familia.

“Ahora que soy padre de familia quiero guiar a mi hijo por el camino del bien, mi hijo es lo más importante que tengo ahora en mi vida, mi familia, y Dios quiera que me de muchos años de vida para verlo crecer y que se convierta en el hombre de bien que él desee ser”, concluyó el jugador del Wasslan-Béberen.

Esta es la historia del joven jugador guapileño a quien el fútbol le cambió la vida y quien enfrenta la responsabilidad de triunfar en Bélgica, con el atenuante del coronavirus, pero con la motivación que le dan su joven esposa y su hijo de siete meses.

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