El hombre de apellidos Espinoza Martínez tiene 33 años de edad y trabajaba en las Villas en las cuáles ocurrió el crimen de Carla Stefaniak, una mujer venezolana, nacionalizada estadounidense que vino a Costa Rica en noviembre del 2018 a celebrar su cumpleaños 36.
Espinoza se abstuvo de declarar este lunes en el juicio que se sigue en su contra en los Tribunales de Pavas, sin embargo cumplió con el requisito de identificarse antes los jueces.
En esa conversación, contó que nació en Chinandega, Nicaragua en agosto de 1986. Es casado y tiene tres hijos. Es un hombre moreno, de pelo rapado y barba.
En Costa Rica realizó trabajos en seguridad y construcción. Refirió que en Nicaragua hacía labores relacionadas con topografía.
Expresó que, académicamente, llegó hasta segundo año de universidad y que estudiaba contabilidad.
Dijo que no tiene ninguna enfermedad que requiera de tratamiento especial y que no tiene vicios.
La Fiscalía sostiene que Espinoza residía y trabajaba en las Villas Le Mas en San Antonio de Escazú. Se desempeñaba como vigilante y además tenía funciones de aseo, controlaba la entrada y salida de los huéspedes y se encargaba de la recepción y entrega de las habitaciones.
Tanto el Ministerio Público como los abogados de la Familia le atribuyen haber atacado con arma blanca a Stefaniak hasta darle muerte. Se le acusa también de haber ocultado el cuerpo a unos 100 metros de la Villa.
Los fiscales calificaron el caso como homicidio simple, mientras que los querellantes consideran que se trata homicidio calificado, además de una tentativa de violación y un robo agravado pues presumen que tomó pertenecias de la mujer.
El abogado del sospechoso, Guido Núnez, dijo que la investigación del caso dejó lagunas importantes y que pedirá la absolutoria de su representado pues le considera inocente.
Citó como ejemplo que hasta el padre de Stefaniak ha declarado públicamente que considera que el crimen no lo cometió una sola persona.
Nota por Alejandro Arley.
