Nacionales

Familiares de personas asesinadas en Buenos Aires viven una pesadilla

Eladio Quesada, padre del mecánico.

Noticias Columbia conversó con parientes las víctimas mortales del homicidio múltiple ocurrido el fin de semana en una finca ubicada en la localidad de Brunka en Llano Bonito de Buenos Aires de Puntarenas.

En La Bonita de San Isidro de El General viven los familiares de tres de las seis personas fallecidas: César Quesada Cascante, de 44 años, su esposa Alina Villarevia Rivera, de 41 años y el hijo de la pareja, Daniel Quesada Villarevia, quien iba a cumplir 21 años el próximo 15 de noviembre.

Tres de los seis fallecidos

César era mecánico y se especializaba en maquinaria pesada. Tenía un taller en La Bonita, al lado de una marisquería propiedad de su tío.

Don Eladio Quesada, de 65 años, padre de César, dijo que el mecánico acostumbraba visitar la finca en Buenos Aires pues constantemente hacía trabajos para el estadounidense de apellido Sandusky, quien también fue asesinado.

El fin de semana, acudió al sitio en compañía de su hijo Daniel, también mecánico y su esposa. Además, fueron con otras dos personas aparentemente amigas de la pareja.

La familia iba a celebrar el domingo el cumpleaños de don Eladio y esperaban que César y su familia llegaran después de trabajar.

Con el paso de las horas y al notar que ninguno contestaba llamadas, comenzaron las preocupaciones y los malos presentimientos.

Escena de horror

“Yo sentía en el corazón que algo había pasado. No aguanté más y a las 11 de la noche me fui a buscarlos a Llano Bonito”, expresó don Eladio.

Por un desperfecto mecánico en el carro, el angustiado padre recorrió 11 kilómetros a pie para llegar a la finca. Entró a la propiedad, vio el carro de su hijo y pensó que él estaba en la casa del estadounidense.

“Alumbré con el foco y vi mi hijo, ahí lo habían matado. Alumbré para otro lado y vi a las otras personas, a la nuera mía”, relató.

Quesada expresó que el estadounidense y otro hombre estaban quemados. Siguió caminando por la propiedad y encontró a Daniel sin vida.

“El nieto mío había corrido como 100 metros. Lo mataron en una cerca. Seguro corrió para salvarse y lo alcanzaron”, añadió.

A don Eladio la escena lo golpeó fuertemente. Su dolor se hizo más grande porque el otro hijo de la pareja, de apenas 16 años, lo acompañó y observó lo ocurrido. Minutos después arribó al lugar el padre de Alina quien sufrió un impacto estremecedor.

Quesada expresó que su hijo, su nuera y su nieto eran personas de bien, trabajadoras y muy queridas en la comunidad. Alina era docente de Educación Especial.

Ahora, solo espera que las autoridades puedan dar con los autores del crimen. “Espero en Dios y en la Virgen santísima que agarren a esa gente para que no hagan más daño. Esto que hicieron es una cobardía, matar a alguien que iba a trabajar”, recalcó.

Resaltó que los vehículos estaban abiertos y que la casa del estadounidense había sido registrada por lo cual, considera que la versión policial de un asalto podría ser correcta.

Violencia extrema

José María Quesada Ramírez, tío de César, acudió al sitio del crimen. “No hay palabras para describir un crimen con tanta violencia y ensañamiento. Son cosas que no deberían pasar en Costa Rica; esto se salió de las manos”, dijo a Noticias Columbia.

“Solo uno que estuvo ahí, solo uno que vio esa masacre tan despiadada, no puede imaginarse que pasen estas cosas; nadie debería pasar por esto”, añadió el familiar quien además era amigo del estadounidense.

El tío comentó que la ausencia de César en la fiesta del papá despertó preocupación y le pidieron que llamara a Sandusky. El hombre no contestó. “Yo sabía que algo había pasado, él siempre contestaba”, indicó.

Buenas personas

José Castillo, cuñado de César, agradeció las muestras de solidaridad que han recibido de muchas personas en el país, incluso de gente que no conoce a la familia.

Manifestó que las tres víctimas mortales eran personas que aportaban a la sociedad y eran miembros de una familia unida y buena.

“Es algo inimaginable. Hay gente de todas partes dejándonos mensajes positivos y un interés respetuoso de la prensa”, agregó.

Calificó a César como un mecánico de primer nivel y que su hijo se había preparado para seguir sus pasos y se estaba especializando en sistema eléctrico de vehículos.

“Ellos tres tenían un potencial enorme. Es muy doloroso como sucedieron las cosas”, lamentó.

Castillo hizo un llamado a las autoridades judiciales para que apliquen toda la diligencia posible y lleguen hasta las últimas consecuencias.

Lea También: Robo podría ser móvil de asesinato múltiple en Buenos Aires de Puntarenas

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba