Ninoska Bustos Sotelo y su madre alquilaban un local para venta de comidas rápidas en Los Chiles, Alajuela. Con el cierre de centros educativos y la disminución de la cantidad de personas en las calles por la pandemia de Covid-19, los clientes dejaron de llegar.
El resultado fue invevitable: El negocio, llamado La Payita, cerró sus puertas. La opción de abrir después de que pase la emergencia es incierta, aunque no lo descartan.
«Las cuentas están ahí. Hemos tenido que hablar con las casas comerciales a las que se les debe, también con la dueña del alquiler. Cerramos y nos fuimos sin un cinco para la casa porque había que dejar todo pagado», expresó.
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