«No es posible que el arbitraje de Costa Rica esté en manos de una mujer»
Esa frase, la que titula esta nota, aún rebota en la cabeza de la instructora arbitral Patricia Miranda como bolita de pinball.
«En esa época me causaba mucha rabia», a propósito de aquella frase que le escuchó decir a un dirigente del balompié nacional: «No es posible que el arbitraje de Costa Rica esté en manos de una mujer».
¿Hay machismo en el fútbol costarricense?, se le preguntó directamente.
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«Guau, no solo en el fútbol costarricense. Estamos en un área machista».
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Miranda aseguró que en el área (Concacaf) «hay que tirar los codos para abrirse campo, no por capacidad, sino por género».
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Miranda dijo que siempre pensó así: «A mí no me vean por el trabajo que hago, no por la falta que ando puesta».
La instructora dejó su cargo como asesora de los silbateros nacionales tras considerar que podría perjudicar la carrera arbitral de sus hijo Bryan Cruz, a quien se le llegó a cuestionar si era nombrado no por su capacidad, sino por el parentezco con Miranda, adujo la madre.
