“Santos estando, prácticamente, clasificado, se vino a pique en el torneo pasado por falta de experiencia».
El presidente del Santos de Guápiles fue claro y puso el dedo en la “llaga” sin subterfugios. “Sacrificamos un poco nuestras ligas menores, para darle fortaleza al equipo, en los sectores que consideramos que estábamos más débiles”.
La dirigencia guapileña comprende que “a pura liga menor” un club no se mantiene en primera división, como le ocurrió a Carmelita. Que se requiere una columna vertebral, portero, zaguero, volante y delantero con trayectoria, que sea capaz de echarse el equipo al hombro.
“Desafortunadamente, todavía no tenemos esa fortaleza y esa competitividad, para ascender a los muchachos y poder ser competitivos de inmediato”, analizó el presidente santista.
Santos de Guápiles se reforzó con el portero Bryan Cordero (en negociación), los defensas centrales Jemark Hernández y Alvin Bennet. Los volantes Miguel Tercero (en negociación), Osvaldo Rodríguez, Michael Barrantes y Jéremy Araya, además, de los delanteros Kenny Cunninham y Chimdum Johnny Mez.
