4 a 1: Randall Azofeifa puso en evidencia al portero más vapuleado del torneo
Un gol y tres asistencias son cuatro razones de peso para destacar a Randall Azofeifa como genio y figura del triunfo de Sporting sobre un Cartaginés bipolar (4-1), que ya sufre su segunda paliza en contra (cayó en Grecia 4-0).
Los brumosos venían de golear a San Carlos y de vencer en Alajuela, llevándose consigo las cabezas de Gustavo Martínez y Andrés Carevic.
Por su parte, Darryl Parker volvió a dejar dudas y se distanció como el portero más vapuleado del certamen, con 12 goles en contra en solo cinco partidos (cuatro de Grecia, uno de Guanacasteca, dos de Alajuelense, uno de San Carlos y cuatro más de Sporting).
Con los dos equipos indispuestos al riesgo, dándose el balón uno al otro, tendría que aparecer la magia de alguna individualidad para encender la chispa del gol, el gran táctico, el que obliga a cambiar al que va perdiendo.
Se cumplía el primer tercio del partido y Luis Ronaldo Araya se sacó un travieso conejo del sombrero, tanto así que le brincó en la rodilla a Roy Miller y le cambió la trayectoria visual al joven Alexander Lezcano.
La bola dibujó una curva por encima del espigado guardavallas y se alojó en el fondo de los mecates.
Así se rompieron las cadenas, ya que el Sporting tuvo que salir en busca de la paridad y casi la consigue cinco minutos después, cuando Darryl Parker recibió una llamada de broma al 9-1-1, salió en falso y Jaikel Medina perdonó con la casa vacía. Centro quirúrgico de Randall Azofeifa.
El adelantamiento de líneas rindió frutos para Sporting y Hernán Fener mandó a la red otro primoroso centro de »Azo», testarazo, vertical derecho y adentro. Cuando Parker terminó de caer, ya los equipos se habían ido al entretiempo, así de tardía fue su reacción.
Apenas a los 12′ del complemento, Randall volvió a preguntar »¿quién dijo que estoy acabado?».
Un milimétrico pase desde el círculo pasó por detrás de la zaga blanquiazul y Diego Madrigal le robó la espalda y el diploma de licenciatura a José Gabriel Vargas; y como Parker salió como cámara lenta, nada más tocó la bola a un costado para celebrar el 2 a 1. Los locales le habían dado vuelta al marcador y se disponían al aplique de la especialidad del DT local: el autobús de José Giacone.
Como para no dejarle dudas al más necio de sus críticos, Randall Azofeifa marcó él mismo el tercero, desde punto penal. El veterano de 36 años hacía pedazos a la zaga brumosa, dejando en evidencia la extraña convocatoria de Parker: el portero más goleado del certamen, pero aún así convocado a Selección Nacional (eso sí que no se entiende).
Cartaginés se fue con todo al frente, pero ni cosquillas le hizo al bus negro de Giacone. Más bien se expuso al contragolpe local, y fue así como Sporting consiguió varias oportunidade y tiros de esquina.
Ya fuera de sí, convertido en un demonio (para desdicha de los paperos), »Azo» dio otra asistencia al cobrar un córner que Dennis Castillo cabeceó en téorico territorio del portero… Pero Parker se quedó atornillado a la línea de sentencia. Ese fue el 4 a 1 definitivo.
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