El centro de atención en Desamparados se concentró en el el Juzgado Penal. Cierres 100 metros a la redonda, presencia de la Fuerza Pública, y vigilancia de los oficiales judiciales.
No era una mañana cualquiera. Se leía sentencia contra un hombre apellidos Arley Acuña, conocido como «Matapobres».
El operativo de seguridad no era para menos. El ahora sentenciado pateó el escritorio, golpeó lo que tenía en frente y gritó a los jueces y periodistas.
La razón fue la sentencia de 60 años de cárcel impuesta por el Tribunal Penal de Desamparados, que quedará en 45 años luego de una adecuación.
Se le culpó del delito de trata de personas. Según el documento, recogía indigentes de la calle, y los obligaba a trabajos forzados en construcción y labores dométicas.
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El ambiente se complicó por la actitud de Arley Acuña. Amenazó directamente a un juez, y se ordenó retirarlo de la sala de juicios.
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El juez Luis Venegas Marin explicó la sentencia de esta manera.
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Su abogado, Santiago Rivera, apelará la sentencia.
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Dentro del documento acusatorio se discutió también el hecho de que encerró a varias personas dentro de una tumba de cemento para que no escaparan.
Arley Acuña, conocido como «Matapobres» tenía antecedentes por privación de libertad, tráfico de drogas, tentativa de homicidio, delito contra la propiedad, extorsión y amenazas.
Se le dictaron 6 meses más de prisión preventiva mientras la sentencia queda en firme.
