Este viernes una jueza penal de Cartago resolvió que el sospechoso del asesinato enfrentará un debate oral y público que debería realizarse en menos de cuatro meses ya que ese fue el plazo por el cual se extendió la prisión preventiva del sujeto de apellido Sánchez.
Allison Pamela Bonilla Vásquez desapareció el 4 de marzo del 2020 cuando se dirigía hacia su casa en Ujarrás de Cartago. La joven, de 18 años, regresaba del Colegio Nocturno. Tras bajar del autobús en la vía principal que conduce a Cachí, comenzó a caminar, pero luego no se supo más de ella.
Sus restos aparecieron seis meses después en un guindo en San Jerónimo de Cachí. El lugar es utilizado como un botadero clandestino.
Sánchez, conocido como «Sukia», fue detenido en setiembre. La Policía Judicial lo vinculó con el crimen por rastros de sangre ubicados en un vehículo y otras evidencias.
El imputado inicialmente confesó haber dado muerte a Allison y dio referencias de dónde podrían estar sus restos, sin embargo, tras cambiar de abogado se retractó y alegó que fue presionado e intimidado para declarar.
El abogado de la familia de Bonilla, Rodrigo Araya, dijo que, a criterio de la jueza, hay elemento suficientes para llevar el caso a juicio y que la acusación fiscal vaya acompañada de una querella y el planteamiento de la acción civil resarcitoria.
«Tenemos la esperanza de que dentro de este plazo de cuatro meses se realice el juicio y se haga justicia; que caiga todo el peso de la ley contra este sujeto al que hemos considerado el responsable de la muerte», expresó.
