El 7 de septiembre de 2021 quedará por siempre marcado en los corazones y en la memoria de la familia de Doryan Rodríguez. El cachorro de la Liga Deportiva Alajuelense no solo recibió su primera convocatoria a un partido oficial en la Primera División, sino que debutó y lo hizo con gol.
Mientras él estaba en el Morera Soto a minutos de vivir algo inolvidable, en Higuito de San Mateo de Alajuela su abuelo, Olger Rodríguez, junto a el resto de su familia más cercana estaba reunida con los nervios de punta, porque el momento que tanto habían anhelado había llegado.
“Para nosotros fue algo, bueno, es que en realidad cuesta describirlo con palabras, porque la emoción fue demasiado grande. Nosotros, como el muchacho lo sabe, lo hemos apoyado a él en todo. Humildemente como somos, le hemos dado los consejos que podemos darle y siempre le hemos dicho que la humildad es lo más importante”, dijo don Olger en entrevista con Columbia.
“Nosotros el día que nos comunicó de la convocatoria pasamos pendientes toda la tarde. Toda la familia nos reunimos acá en la casa esperando la hora del partido. Cuando se dieron las alineaciones del equipo y lo mencionaron en los muchachos que estaban en banca, le pedimos a Dios que le dieran la oportunidad. Aunque fueran unos pocos minutos, pero que sí le dieran la oportunidad, porque él estaba de demostrar un poquito lo que ha trabajado durante este tiempo que ha estado ahí en la institución alajuelense”, agregó.
Mientras eso sucedía en San Mateo de Alajuela, en el recinto manudo, el jugador conversaba con Columbia y aseguraba que estaba completamente listo para saltar a la cancha.
“Siento que es una muy buena oportunidad para nosotros los jóvenes, siento que hemos trabajado durante toda la pretemporada de la mejor manera. Agradecido con Dios y con el profesor por esta oportunidad. Estamos puntita de pie, con ganas de sumar y muy contento por esta primera convocatoria y tratar de hacerlo de la mejor manera si nos dan los minutos para debutar”, manifestó.
Incluso comentó cuáles son sus características de juego: “me considero que peleo todas las bolas, me gusta mucho el juego aéreo, siento que voy bien en el juego aéreo y trato de aprovechar bien los espacios y bueno esas son mis características”.
Inició el partido y cuando el reloj marcaba el minuto 69, llegó el primero de dos momentos del partido que jamás olvidarán. La pizarra del cuarto árbitro mostró en verde el 14 que tenía en su espalda el joven de 18 años, iba a entrar.
“Nosotros nos pusimos de pie y nada más dijimos, ‘ya lo llamaron, ya va a entrar’, se lo encomendamos a Dios y que él hiciera todo lo humanamente posible de hacer las cosas bien para que así el día de mañana el entrenador, el cuerpo técnico de la Liga lo tome más en cuenta. Antes de eso, ya nosotros estábamos, bueno, no es para menos, con un nerviosismo tremendo. Aquello fue una emoción tan grande cuando él entró”, contó con la voz quebrada.
La emoción ya era mucha, pero iba a aumentar porque al 81’ recibió un pase de Bernald Alfaro, le ganó el pulso a William Fernández, remató desde la izquierda y así puso el primer gol de su carrera en la máxima categoría.
“Nosotros cuando se vino la jugada de ese gol, ya estábamos de pie. Cuando él hizo el arranque de esa jugada, por esa bola, nosotros ya lo conocemos sabíamos que él iba a pelear esa bola, entonces cuando la ganó e hizo el gol, brincamos, llorábamos ¿Qué no hicimos? La alegría de él, verlo besando el escudo de la Liga porque ese muchacho es liguista de corazón. Desde que él era un niño así, pequeñito. Usted ve fotos de él y solamente uniformes de la Liga”, recordó Olger.
En cada navidad, cumpleaños, día del niño o cada vez que iba a recibir un regalo siempre pedía camisas, tacos, bolas, abrigos, pantalonetas o algo que tuviera que ver con el cuadro rojinegro, nos confesó su abuelo.
“Cuando él hizo esa jugada y besó el escudo, de seguro y se los puedo garantizar, que él besaba ese escudo de corazón”, agregó don Olger. Ese amor por la institución manuda es tan grande que rechazó una oportunidad para entrenar con el Saprissa.
“Él inclusive en una oportunidad, ya hace unos años atrás, cuando él tenía 13 años, unos muchachos de Saprissa conversaron conmigo en Santa Bárbara de Heredia porque mostraban interés. Me llamo don Carlos Santana para llevarlo allá para verlo. Yo le dije que si quería ir y él me dijo: ‘Abuelo, yo quiero estar aquí, porque yo soy liguista de corazón. No sé el día de mañana si tenga que ponerme otra camiseta, pero yo quiero estar aquí y yo quiero hacerme aquí porque el amor mío, futbolísticamente hablando, es la Liga’”, admitió el abuelo del jugador.
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Eso hizo que el debut del futbolista fuese el deseado, ya que fue con el equipo de sus amores y en el estadio donde se ha permitido soñar en alcanzar grandes cosas.
“Es algo muy bonito, la verdad es que he trabajado durante mucho tiempo para esto, para el debut. Gracias a Dios es un debut soñado, muy contento de devolverle esa confianza al profesor. Es algo que no puedo explicar, es una felicidad muy grande después de tanto esfuerzo, sacrificio y gracias a Dios se ven frutos de todo ese esfuerzo”, afirmó el jugador a Columbia tras el juego.
Ese gol lo celebraron ellos en Higuito y él con ellos desde el Morera Soto porque cuando le consultamos a quién se lo dedicaba nos dijo que a su gente más cercana.
“A toda mi familia, a mis abuelos, a mi mamá, a mi papá, a mi tía, bueno tías, a mi tío, creo que ellos han sido parte fundamental de esto. Sin ellos nada de esto lo hubiese logrado y esto va para ellos. Siento que mi papá, mi mamá y mi tía van a escribirme, a llamarme. Mis abuelos también, porque ellos han sido parte fundamental de esto. Mi abuelo es el que ha andado conmigo para arriba y para abajo y gracias a Dios pude darle esa alegría”, mencionó.
Ese esfuerzo al que Doryan hizo mención, le llevó a los 13 años a Alajuelense tras una visoria de Enrique «Quique» Vásquez, pero desde antes ya había tenido su primera experiencia tras el balón. Su infancia la pasó en una cancha, según nos contó su abuelo, quién orgullosamente porta el título de haber sido su primer entrenador, en un “equipo de güilas”, como le dice él, que se llamó Club Deportivo Estrella Roja.
“Le voy a decir una cosa que me da una gran alegría porque viera que a mí siempre desde muy joven me ha gustado jugar de entrenador. Todo el tiempo, la felicidad mía era hacer equipo de güilas… En ese tiempo nosotros poníamos dinero de nuestra bolsa para ayudarles a los güilas a que se compraran algo, se compraran unas medias, un par de zapatos, entre algunos padres de familia hacíamos eso y yo jugaba como entrenador”, dijo con un notable tono de felicidad.
“Siempre ese güila estaba a la par mía, desde los dos años ya andaba con la bola. Con las camisetas y siempre, siempre, siempre, él ha estado aquí. Se inició con el equipo del pueblo. Después él iba a jugar con otros equipos de aquí vecinos. También estuvo en Orotina y en otros pueblos vecinos”, continuó.
“Pues por lo menos algunos modales bonitos, por lo menos aquellos modales de cómo comportarse y cómo tratar a los demás, esos se los inculcamos nosotros aquí”, aseguró.
Don Olger ya pudo abrazar a su nieto, felicitarlo cara a cara y agradecerle por dejarle festejar uno de los goles más especiales que ha celebrado.
“Nosotros ese día del debut, terminó el partido y seguimos ahí, eran las 12 de la noche y estábamos de pie comentando la entrevista que le habían hecho y después él llamó a la tía y nos explicó ahí todo. Aquello fue pura fiesta”, manifestó.
“Ya vino aquí a la casa y estuvo con nosotros aquí un rato y ya nos abrazó y lógicamente que ese abrazo con todo el amor del mundo. Estuvo compartiendo un ratito y comentándonos lo que había aprendido y experimentado en ese en ese momento”, mencionó don Olger.
“Nos contó ese momento cuando el entrenador le dijo que iba a entrar. El nada más se encomendó a Dios y dijo: ‘bueno, yo voy a hacer todo lo que pueda para que el debut mío sea como lo había soñado. En el estadio Alejandro Morera Soto y ojalá con gol’, y así salió”, añadió.
Don Olger también comentó en Columbia y entre risas que su nieto llegó con una gorra y es que este miércoles a él y a Freed Cedeño, otro cachorro que debutó el martes anterior, los raparon como parte de una costumbre que tienen los manudos cuando algún joven tiene su primer partido.
“El venía muy feliz, muy contento y nosotros sumamente contentos también”, afirmó
El camino que el joven futbolista está teniendo en Liga Deportiva Alajuelense ganó un aficionado más al cuadro erizo y es que don Olger admitó que él realmente era morado.
“Le voy a confesar honestamente, yo soy saprissista. El papá de él (también llamado Olger Rodríguez) es liguista, muy liguista. Aquí el que era, era, inclinado por Saprissa era yo. Yo le dije a él, yo soy una persona mayor y todo, yo me identifiqué, me gustó el Saprissa desde que yo era un chiquillo, pero siempre le dije a él: ‘el día de que usted forme parte de la Liga Deportiva Alajuelense, yo soy un seguidor más de la Liga, y de usted lógicamente porque yo lo voy a apoyar’”, aseguró.
Rodríguez indicó que a su nieto lo han tratado muy bien todos en Alajuelense y a él también por lo que ahora se identifica como un rojinegro más en apoyo a Doryan.
En la conferencia de prensa tras el juego, el entrenador Luis Antonio Marín, envió un mensaje a los dos jugadores que debutaron y también agregó a Josimar Alcocer que no ha sumado muchos minutos diciéndoles que este fue tan solo el primer paso.
“Nos da mucha tranquilidad que haya muchachos jóvenes que también aprovechen su oportunidad…Esperemos que ellos puedan seguir creciendo en esa mentalidad y con la gente de experiencia que un equipo como Alajuelense necesita que esos muchachos jóvenes vayan creciendo a la par de gente experimentada”, dijo Marín.
“Es darles la confianza, seguir trabajando con ellos, que sepan que debutar es solo el inicio y que la constancia es lo que hace que ellos en el largo tiempo de su carrera pueda, de verdad, ser jugadores, que lleguen a lograr cosas importantes”, agregó.
Don Olger terminó la entrevista con Columbia enviando su propio mensaje a su nieto en el que le recordó que lo más importante es siempre mantener los pies sobre la tierra.
“Yo siempre lo que le he dicho a él, es un consejo que se lo doy con todo el amor del mundo. Lo hago porque él es una persona que, a pesar de la corta edad que tiene, ha sido muy centrado, muy educado, una persona que uno se sienta a conversar con él y ve y entiende que está conversando con una persona de muy buenos principios. El consejo mío hacia él siempre ha sido la humildad, ante todo. El respeto hacia las demás personas, eso no puede fallar. Porque la persona humilde tiene su premio, y esa persona humilde yo quiero que sea usted. Que no despegue los pies de la tierra, porque Dios tiene grandes cosas para usted. Así es que siga adelante, que lo vamos a estar apoyando en todo”, concluyó notablemente conmovido.
Doryan Rodríguez tiene 18 años es delantero, su perfil es derecho, mide 1.82 cm y la temporada anterior formó parte del equipo de Juventud Escazuceña que fue dirigido por Mauricio Montero.
*Fotos: LDA y las antiguas fueron proporcionadas por su familia.
