Este martes los diputados sesionaron por última vez en el plenario legislativo que está ubicado en el Castillo Azul y donde sesionan desde 1958.
Esta decisión estaba tomada desde el pasado 10 de setiembre, pero, luego de estos días de huelgas la fracción del Partido Integración Nacional, junto con algunos diputados liberacionistas, cuestionaron si la Asamblea Legislativa debe interrumpir su trabajo ordinario.
Por esa razón el legislador del PIN, Wálter Muñoz, presentó una moción para que no se suspendieran las sesiones.
A esta opinión se le unió la del diputado Roberto Thompson.
Sin embargo, el presidente del Congreso, Eduardo Cruickshank, explicó que de no pasarse al nuevo edificio se incurriría en gastos adicionales por la suspensión de contratos que llegarían a representar aproximadamente 139 millones de colones.
Luego de lo señalado por Cruickshank, la diputada Zoila Volio, mencionó que iba a votar en contra de la moción, aunque en un principio la había apoyado.
Los legisladores recibirán una capacitación para que aprendan a utilizar todo el equipo del nuevo edificio y la primera sesión en ese recinto será el próximo 19 de octubre.
La presidencia del Congreso podrá convocar a sesiones de manera extraordinaria entre las 9:15 a. m. y las 12:30 p. m. previo acuerdo y notificación con los diputados.
Las comisiones también quedan suspendidas excepto por la de Asuntos Hacendarios.
