¿Era necesario mencionar a Pinto con tanta frecuencia en el juicio? Abogado responde a preguntas más recurrentes
Las respuestas claras a las preguntas más recurrentes sobre la querella por difamación presentada por los líderes de la ‘Sele’ (Keylor Navas, Celso Borges y Bryan Ruiz) en contra de Adrián Gutiérrez, a pocas horas de que se de el por tanto.
¿Era necesario mencionar a Jorge Luis Pinto en el juicio con tanta frecuencia? ¿Por qué se llamó a ‘Sabo’ a testificar de último momento? ¿Realmente existe alguna posibilidad de que se abra una investigación por supuesto amaño de partidos? El abogado especialista en derecho penal y deportivo, Rodrigo Chaves, analiza a fondo los temás más controversiales del juicio, a pocas horas de que se dé el por tanto.
El juicio tiene como finalidad determinar si Adrián Gutiérrez había mentido o no cuando dijo que Eduardo Li le manifestó que la decisión de no renovar el contrato del colombiano se debió a que los jugadores habían amenazado con dejarse ganar partidos si continuaba al frente de la ‘Sele’.
Los futbolistas demandaron por difamación a Gutiérrez al negar tajantemente que esto ocurrió.
Chaves brinda su criterio sobre los puntos más llamativos del juicio, en entrevista con ‘Columbia’:
¿Cuál cree que fue la estrategia de los querellantes (Keylor Navas, Bryan Ruiz y Celso Borges) durante el juicio?
«Recordemos que estamos en un caso de delito por difamación, es un delito donde yo digo algo que afecta la reputación de una persona o la deshonro. Lo que hay que probar es que la persona a la que yo denuncio, en este caso don Adrián Gutiérrez y don Juan Carlos Román, dijeron algo que yo considero que afecta mi reputación. Eso parecía que estaba fácil porque estaban las grabaciones de los audios, pero no podíamos quedarnos ahí, teníamos que determinar o demostrar que eso se dijo con la intención de deshonrar a los jugadores».
«Por último, la estrategia tendría que haber incluido la demostración. Es decir, en qué consistió la deshonra que los jugadores dijeron haber recibido de parte de los federativos».
¿Era necesario mencionar a Jorge Luis Pinto con tanta frecuencia durante el juicio, o fue parte de la estrategia de los querellantes?
«Para mí, fue un tema de estrategia. En realidad no era tan necesario (mencionar a Pinto). Aquí no se estaba juzgando si Jorge Luis Pinto había sido o no un buen o un mal entrenador, o si había sido un buen o un mal jefe. En realidad ese no era el fondo del proceso».
«Creo que aquí, dentro de todo este proceso, se perdió mucho tiempo en dimes y diretes, se perdió mucho tiempo en información que no era relevante para el fondo del proceso. El fondo del proceso era si lo que se dijo era verdad o no, si se afectó la honra o no».
«Más bien me parece que haber traído tanto a acolación el tema del profesor Pinto pudiera ser utilizado por la defensa para demostrar que había una situación complicada con los jugadores y el profesor (Pinto) que pudo haber llevado a los jugadores y, en este caso Keylor, a que se dijera eso».
¿Por qué se llama de última hora a Álvaro Saborío para testificar?
«En realidad el testimonio de Álvaro Saborío fue muy desafortunado. Porque en general, en materia penal, existe una figura que es el ‘testigo complaciente’ y yo creo que él hizo todo lo que la literatura nos dice que es un testigo complaciente. Ya que las preguntas que le hicieron los abogados querellantes las respondió rápido, conciso y directo, mientras que en las preguntas que le hicieron las defensores se hizo enredos, se contradijo y no se acordaba».
«Al final eso se valorará por el Tribunal y, pensaría yo, no es un testigo que merece mucha credibilidad. Ahora, también con el testimonio de Álvaro hay un punto muy importante, pues se pidió como una prueba ‘para mejor resolver’; el Código Procesal Penal establece que esta prueba es necesaria para incorporarla al proceso porque, a raiz de lo que se ha ventilado en el proceso surge un hecho nuevo, pero desde mi criterio no era un hecho nuevo porque era sabido por los jugadores que Álvaro había estado en esa reunión. Desde ese inicio ya venía mal la cosa».
«Además había otro punto interesante de señalar, y es que el propio Saborío dice que la abogada de los querellantes lo había contactado hace unos cuatro meses y le había dicho que existía la posibilidad de que él tuviera que declarar. Y la abogada cuando solicita esa prueba, dice que en el juicio surgió esa declaración, es decir, que era un hecho nuevo. Para mí fue una contradicción importante que incluso podría acarrear alguna investigación».