Keylor Navas: ¿Es sobrevalorado o, por el contrario, infravalorado?
Lee Dixon, exlateral inglés de equipos como Arsenal, Stoke City y Burnley, llamó la atención de la prensa internacional al calificar a Keylor Navas como un »portero sobrevalorado».
En un ejercicio de imparcialidad, quitándonos la bandera tricolor antes de teclear, diríamos que, aunque el comentario es higadoso y exagerado, en cierta medida, si somos autocríticos, hay algo, alguillo, una pizca de razón en las palabras del poco conocido (aquí) comentarista británico, quien emitió su criterio después del primer gol inglés en la victoria de «los Tres Leones» sobre Costa Rica, 1 a 0 (un bombazo aéreo que dejó a Keylor parado, casi sin reacción).
Lo anterior, porque aquí, en Costa Rica, parece ser pecado mortal señalar a Navas cuando comete algún error (que los comete, y varios). Uno no ha oprimido «enter» cuando ya lo tildan de «malinchista», «mal tico» o «antipatriótico», solo por citar términos publicables en columbiadeportiva.com.
A eso me refiero con «sobrevaloración local». Keylor es un extraordinario deportista, quizás el mejor futbolista tico de la historia, por mucho el mejor portero de la Concacaf. Sus logros así lo demuestran. Pero no es un ser divino, celestial, al que «dios guardísimo» se le cuestione, porque sería pecado mortal y las puertas del cielo se le cerrarían para siempre al hereje criticón, por blasfemo. A eso llamo yo sobrevaloración: endiosar al futbolista.
En periodismo, no es válido buscarle excusas para justificarle todo: «Es que había un bombillo del Bernabéu mal puesto, y la luz le pegó en el puro ojito». Eso sería antiprofesional.
Es un jugador de fútbol al que, como a cualquier otro, hay que reconocerle sus buenas actuaciones (que son muchas), ¡y claro que se le reconocen!, pero también hay que comentar sus fallos (que son menos), sin que por ello se sea mal costarricense. Tapar el sol con un dedo sería irresponsable periodísticamente.
Ah, ¡pero cómo le tiran a uno cuando señala un error de Keylitor! No importa. Son gajes del oficio. Y lo seguiremos haciendo, como también lo llenaremos de elogios cuando se los merezca (que es la mayor parte del tiempo, ya que es un arquerazo).
Ahora bien: Fuera de Costa Rica, ciertamente, es infravalorado, particularmente por la prensa internacional (hemos oído y leído críticas lamentables procedentes de España, pero también de Argentina y México). ¿Se acuerdan del comentarista gaucho que dijo que Navas es el peor portero en la historia de la humanidad? O, perdón que me dé risa, ¿del mexicano que osó comentar que Memo Ochoa es mejor que Keylor? (pausa para carcajearme).
Y ni qué decir del presidente merengue, Florentino Pérez, y de los constantes irrespetos de la prensa española hacia el arquero titular del tricampeón europeo, Real Madrid, héroe en este 2018 por la fabulosa actuación en el juego de vuelta de la semifinal ante el Bayern Múnich.
Entonces, ni tanto que queme al santo (prensa española anti-Keylor) ni tan poco que no lo alumbre (dizque patriotismo tico mal entendido). En suma, ni «infra» ni «sobre», lo que vale en periodismo es la valoración sin prefijo, jugada por jugada, partido por partido.