1×1 morado: Artillería pesada adelante… con defensa de papel cebolla (para llorar)
Saprissa no jugó mal el clásico… Del mediocampo hacia adelante. Tanto así, que la figura del partido fue el portero rival, Leonel Moreira.
Empero, en zaga fue permeable, vulnerable. Como papel cebolla, ese que la RAE define como «delgado y translúcido». Por eso perdió.
Los errores en defensiva fueron muy bien aprovechados por un equipo diezmado, que jugó sin los sancionados Bernald Alfaro (contención), Bryan Ruiz (creativo) y Jurgens Montenegro (delantero) y un lesionado, el extremo Alonso Martínez (contractura lumbar leve).
Saprissa, con su 11 estelar, perdió. No pudo con una Liga que le puso cinco «cachorritos» en la cancha, cinco «leoncitos» menores de 20 años.
Aquí, la evaluación:
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Aarón Cruz: Un par de buenas paradas y tres goles fusilado dentro del área. No tuvo culpa.
Ricardo Blanco: Desbordable. El juvenil Castro lo mareó tanto que terminó obstruyéndolo dentro del área en clara falta de penal.
Esteban Espíndola: ¿En serio era más necesario él que contratar a un delantero extranjero de calidad?
Alexander Robinson: Flojo en los goles uno y dos. Incluso, habilitó a Saborío en el primero.
Luis J. Hernández: Flotante, espectral. Como si no estuviera. No se le pueden tachar graves errores, pero tampoco jugadas dignas de elogio. Intrascendente.
David Guzmán: Con la garra no basta. Le faltó contribuir más con su floja defensa.
Esteban Rodríguez: Su salida hizo daño. Quedó un hueco en la mitad que la Liga aprovechó al final para hacer de las suyas.
Mariano Torres: A partir de él, comienzan los buenos comentarios para Saprissa. Genera fútbol, mete peligro, desequilibra. Pudo haberse ido expulsado por hablar más de la cuenta. Moreira no le permitió anotar.
Marvin Angulo: Similar a Mariano. Tiene mucha calidad. El poste le negó un golazo. Moreira, otro.
Daniel Colindres: Pulseador. Falla, pero a la siguiente acierta. De no ser por un espléndido Moreira, habría anotado.
Johan Venegas: Punto alto. Anotó el segundo gol morado a punta de oportunismo. Si no llega balón, baja por él. Entrega total.
Jimmy Marín: Entró bien. Vertical, encarador, pícaro. Ingresó y cayeron los goles. No bastó.
Michael Barrantes: Rompió el candado. Venció a un Moreira que parecía imbatible con un misil desde fuera del área. Pero, ojo, no aportó la marca que Rodríguez sí estaba dando al mediocampo.
Frank Zamora: Entró seis minutos y no le dio tiempo de hacer absolutamente nada.
Foto Saprissa
