La nueva directora de la Policía Penitenciaria, Daisy Matamoros tiene 48 horas de haber asumido su cargo y se enfoca en la necesidad de fortalecer los controles para evitar que los visitantes metan drogas a las cárceles y otros artículos como los teléfonos.
La funcionaria advierte de formas impensadas para intentar llevar sustancias ilegales a algunos privados de libertad. Un ejemplo es a través de la comida.
Snacks de queso, animales, drones, tanques de oxígeno, futbolines y pantallas de televisión son otros “vehículos” usados para intentar meter drogas a las cárceles y aparatos electrónicos.
En otra ocasión, una mujer simuló un embarazo y en su prótesis abdominal llevaba un cargamento de teléfonos.
Las autoridades consideran que con tecnología e inteligencia para identificar comportamientos irregulares lograran enfrentar este reto.
También, piensan que la restricción de la señal celular dentro de los centros será de gran apoyo.
La fotografía del gallo pinto tiene fines ilustrativos
