Autoridades estadounidenses siguen arrestando personas vinculadas con asalto al Capitolio
Las autoridades de EE.UU. comenzaron este fin de semana las detenciones de participantes en el asalto al Capitolio mientras los demócratas del Congreso detallan sus planes para iniciar el lunes el proceso para un segundo juicio político al presidente saliente, Donald Trump. Uno de los primeros arrestados fue Richard Barnett. Fotos: EFE.
Barnett fue el hombre que entró y se hizo fotografías en la oficina de la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y quien fue aprehendido en Arkansas. Fue acusado de entrada ilegal y violenta a un edificio restringido, así como conducta desordenada en el Capitolio y robar propiedad pública, por el correo de la legisladora que presuntamente se llevó después de haber posado para los fotógrafos.
Otro caso
Adam Johnson, el partidario del presidente Donald Trump captado cuando cargaba el atril de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, en una fotografía de la toma del Capitolio el miércoles, fue detenido en Florida.
La Oficina del Alguacil del condado Pinellas, en la costa del centro-oeste de Florida, indicó este sábado que Johnson fue capturado en razón de una orden federal de captura.
En la foto policial de su detención aparece sin la brillante sonrisa que lucía cuando fue fotografiado el 6 de enero durante la toma del Capitolio por parte de partidarios de Trump que habían asistido poco antes a un mitin del mandatario, el cual les instó a marchar hasta el edificio que alberga las dos cámaras del Congreso.
Entre otras cosas, Trump dijo a sus seguidores que si no luchaban con fuerza, no iban a tener más «un país» y que había que dejar fuera a los débiles porque había llegado «la hora de la fuerza».
Johnson, según la ficha policial, tiene 36 años, reside en Tampa, fue detenido el 8 de enero y está a la «espera de juicio».
En la ficha no se especifican los cargos de los que es imputado.
La fotografía de Johnson con el atrio de Pelosi es una de las más publicadas de los sucesos ocurridos en el Capitolio, donde murieron cinco personas, una de ellas un policía, y numerosas resultaron heridas.
Los asaltantes causaron destrozos en la sede del Congreso y se enfrentaron a las fuerzas del orden en un episodio que algunos legisladores han definido como un intento de golpe de estado y otros como una «insurrección».
Riesgo de juicio
La condena ha sido prácticamente unánime y Trump ha sido responsabilizado directamente de los hechos como instigador no sólo por los demócratas, que han pedido su destitución, sino por algunos republicanos.
Trump corre el riesgo de ser sometido a un juicio político, el segundo de su mandato, antes de que el demócrata Joe Biden asuma el 20 de enero la Presidencia de EE.UU. como ganador de las elecciones del 3 de noviembre.
El actual presidente no acepta los resultados electorales y afirma sin pruebas haber sido víctima de un fraude masivo, razón por la cual el 6 de enero instó a sus partidarios a marchar al Capitolio.
Ese día en las cámaras legislativas se realizaba la certificación de la victoria de Biden, que Trump califica como un «robo».
Una vez controlada la situación, el Congreso reanudó la sesión interrumpida por el asalto y certificó a Biden como presidente electo en la madrugada del 7 de enero.
Trump, cuyas cuentas en Facebook y Twitter han sido bloqueadas para evitar incitaciones a la violencia, no asistirá a la investidura de Biden. EFE